Análisis de una discusión: por qué A y B siempre discuten por los platos sucios

No es solo por los platos. Tampoco por quién limpia más.
Lo que suele repetirse en muchas parejas es un patrón: una queja que busca conexión, y una respuesta que busca defensa.

¿Qué se repite realmente?

En una discusión doméstica típica, lo que se repite no es el contenido —los platos, la ropa, el turno—, sino la función de la conducta.
Uno expresa frustración intentando ser escuchado; el otro reacciona para protegerse de la crítica. Y ambos refuerzan el ciclo sin quererlo.

¿Por qué este bucle se mantiene?

La queja suele generar alivio momentáneo (refuerzo negativo).
La evitación o la defensa también alivian momentáneamente al otro.
El resultado: una pareja que repite la misma escena, porque cada conducta reduce la incomodidad a corto plazo.

— “Siempre tengo que hacerlo yo.”
— “No es cierto, ayer fregué yo.”

Nadie está hablando de platos. Ambos están intentando que el otro reconozca algo más profundo: esfuerzo, cuidado, o simplemente atención.

Cómo romper el patrón

No se trata de encontrar quién tiene razón, sino de cambiar la función de la conversación.

👉 Pausar antes de responder.
👉 Nombrar la emoción en lugar del reproche.
👉 Convertir la queja en una petición específica.

Ejemplo:
“Cuando llego y veo los platos, siento que todo recae sobre mí. ¿Podemos repartirlo para que no se acumule?”

¿Qué nos enseña este ejemplo?

Que detrás de cada conflicto doméstico hay un intento de conexión mal formulado.

La terapia conductual de pareja no busca evitar las discusiones, sino transformarlas en momentos de aprendizaje.
Discutir no es el problema: repetir sin entender la función, sí lo es.

📖 Si aún no has leído el artículo anterior, quizá te interese:
https://raulvaleropsicologia.es/de-la-queja-a-la-peticion-un-pequeno-cambio-con-un-gran-impacto/

¿Te suena este tipo de discusión?
Podemos trabajar juntos cómo romper los bucles que desgastan la relación.

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1 comentario en “Análisis de una discusión: por qué A y B siempre discuten por los platos sucios”

  1. Pingback: De la queja a la petición: un pequeño cambio con un gran impacto. - Raul Valero Psicologia

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